Una mujer vivía en un lugar apartado, en una cabaña ruinosa en medio del Bosque Abatimiento.

No podía recordar cómo había llegado allí, sólo que sus propios pensamientos la había llevado a ese lugar de soledad, a veces los días pasaban sin que se moviese un centímetro, mientras su mente giraba como un montaña rusa, o en círculos como un perro tratando de morderse la cola.

Un día se acordó de que había un pueblo al otro lado de la montaña en la que crecía ese bosque.

Este bosque crecía y cada vez ocupaba más y más espacio, porque una niebla húmeda, fría y permanente, estaba enredada en las copas de los oscuros árboles.

Cada día se levantaba y se vestía con la misma y andrajosa ropa, y salía a buscar el camino de salida del bosque.

Todos los caminos del bosque se entrecruzaban como una maraña y sólo una persona muy decidida y que tuviera muy claro la meta, podía salir y no sin dar tantas vueltas…

Esta mujer salía y empezaba a dar vueltas, porque en su mente no había más que una pequeña luz: HAY UN LUGAR.

La mayoría de sus pensamiento no ayudaban nada, os diré sus nombres: TENGO MIEDO, NO QUIERO IR, NO QUIERO SALIR FUERA, ESTOY ENFERMA, ME QUIEREN HACER DAÑO, NADIE ME ENTIENDE, SOLO QUIERO OLVIDAR, ELLOS DIJERON, SOY DÉBIL.

En su camino encontró a una persona, que al saber su historia le dijo: en realidad eres LUCHADORA.

Esa palabra penetro en la niebla de su mente y encendió una luz.

Y también le dijo: Eres luchadora porque en realidad cada día lo estas intentando, tu puedes salir del Bosque Tenebroso y llegar a los Pasos Altos, ese lugar está muy por encima de la línea de niebla y verás todo de modo muy diferente.

Ahora tenía otra luz en su mente, otro lugar firme donde apoyar sus pies. Así empezó a avanzar.

Y empezó ella misma a decirse, QUIERO SALIR, Y VOY A SALIR, QUIERO CURARME, QUIERO VOLVER A VIVIR, DONDE HAY SOL Y ALEGRÍA Y RISAS.

Empezó a entender que no todas las personas querían hacerle daño. Y recordó otra cosa que le había dicho: APÓYATE EN LO QUE TU CREES.

Esa noche estaba en un claro y miró hacia arriba y vio la multitud de estrellas, como polvo de diamantes sobre un paño de terciopelo negro.

Y se encontró con una voz que le dijo -Mira las estrellas, todas tienen nombre y tú también tienes un nombre, que sabrás cuando llegues arriba.

Quiero que tú lo consigas que salgas del Bosque, que llegues arriba. No importa si otras personas no te aman, o no les gustas, porque tú puedes aceptarlas, incluso ayudarlas, a veces son personas muy heridas, a veces son personas que no entienden las leyes del amor y el perdón. Sigue adelante y apóyate en lo que crees, si no, no llegarás a ninguna parte. Tienes que querer salir, continuar adelante, cada día encontraras personas que quieren ayudarte, y cosas buenas y divertidas, solo si miras con atención.

Muy animada continuó al día siguiente, ahora el camino pasaba entre grupos de flores extrañas y repulsivas, pero muy atrayentes…Sus nombres estaban escritos en unas tablillas y decían: AMARGURA, RESENTIMIENTO, FALTA DE PERDÓN, DESANIMO, CONFUSIÓN. Y evocaban en la mente del que aspiraba su perfume ese tipo de pensamiento asfixiante, tóxico, hasta que su mente era oscuridad.

Tropezó y cayó a un pozo cuya boca estaba descubierta y cayó hasta quedar atascada en unas ramas.

Durante un rato su corazón desbocado sólo quería rendirse y dejarse caer, para siempre.

Entonces una parte de su corazón se rebeló contra ese destino y se levantó, ella no iba a rendirse.

-Si me dejo vencer caeré y caeré y este pozo no tiene fondo.

Por amor propio empezó a escalar las paredes, usando manos y pies para trepar por las paredes sucias, húmedas y resbalosas.

Cada vez había más luz, a medida que subía y otras luces se encendía en su mente: QUIERO SALIR, PUEDO SALIR, QUIERO CURARME, SE QUE PUEDO.

NO IMPORTA COMO SE VEA TODO, COMO ME SIENTO, DECIDO ESTAR CONTENTA, DECIDO SER FELIZ AUNQUE ALREDEDOR LAS COSAS NO SEAN FÁCILES, ESCOJO CREER, ESCOJO LUCHAR, ESCOJO CREER EN MI Y QUERERME, SI NO ME QUIERO YO, CÓMO ME VA A APRECIAR NADIE.

EN ese instante sus oídos se abrieron, porque el miedo, el desánimo cierran los oídos a las voces de quienes quieren ayudarte, y oyó.

NO TEMAS, SIGUE CREYENDO, SOLO CREE Y SALDRAS ADELANTE Y RECIBIRÁS AYUDA.

Como quien se levanta y apaga la radio, apagó las voces de la Depresión, y salió a fuera.

Cada vez que oiga esa voz, la apagaré, pensó.

No me rendiré aun cuando me sienta cansada y quiera hacerlo, voy a mantener las luces encendidas.

Pronto sus piernas se pusieron más fuertes, y su mente también, y al mirar su reflejo en el agua del río vio que sonreía.

Unos cuantos días después, vio entre los últimos árboles un claro allí comenzaban las praderas alpinas, cuando se adentró en ellas, los aromáticos olores de las flores, la menta, la hierba la envolvieron y llenaron su corazón de fuerza para continuar.

Las praderas también tenían su dificultad porque, a veces la hierba llegaba hasta su pecho, y era espesa, y otras entraba en zonas pantanosas donde costaba trabajo caminar, pero si tu mente está decidida a continuar y te apoyas en lo que ayuda, y continuas saldrás, porque estás avanzando, y a medida que lo hagas, te encontraras que las persona te sonríen y te envían mensajes silenciosos de ánimo.

Cuando empezó a subir las rampas que ya llevaban a lo alto, y leyó sus nombres, se desanimó bastante. Alguien había escrito al lado unas palabras que la ayudaron.

Al lado de Rutina, escribió Cada día es diferente, no hay dos iguales, Haz tu diferentes los días, vuelve por otro camino, descubre las cosas hermosas un rincón con flores, una canción hermosa…

Al lado de no veo cambios, escribió la semilla en la tierra crece y se desarrolla sin que la persona pueda ver cómo lo hace hasta el día que sale, echa hojas y da fruto.

Al lado de Es difícil, Da un paso, sólo piensa en el próximo paso.

Mañana… No te afanes por el día de mañana, que tendrá sus propios males, enfoca este día, este momento.

La última Rampa se llamaba Inseguridad.

Al pie había un pastor con su rebaño, abrevando las ovejas en una fuente. El pastor la reconoció y la llamó, ¿Dónde vas?

-Voy hacia el pueblo a los Pasos Altos.

-Pues necesitaras abrigo, cuando comiences a subir las rampas hará frio y puede desencadenarse una tormenta. Allí mismo tenía una bolsa y se la dio.

– Ahí tienes ropa y algo de alimento para que puedas llegar hasta el refugio, está siempre atendido por dos mujeres del pueblo, podrás comer, darte un baño y descansar.

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