Psicología adultos
Trastorno de ansiedad
¿Te pasa con frecuencia, que te cuesta salir de casa o estar fuera de ella por el miedo a que te pase algo y esto va acompañado de un alto nivel de ansiedad, ataques de pánico o crisis de angustia, y al miedo de que te pueda pasar algo y nadie pueda ayudarte o no vas a poder escapar de la situación?
¿Cada vez que piensas en relacionarte con gente que conoces poco o que no conoces te entran sudores y aumenta tu malestar?
¿Qué estás haciendo tu vida normal y de repente en tu cabeza irrumpen pensamientos que los vives como intrusos e inapropiados, y que causan un alto nivel de ansiedad y malestar, además estos pensamientos suelen ir acompañados de conductas que al realizarlas hacen que te sientas mejor?
Si te pasa alguna de estas cosas es probable que tengas algún trastorno de ansiedad, ya que son algunos ejemplos de los trastornos de ansiedad que existen y que perjudican seriamente nuestra salud física y mental, algunos de los trastornos de ansiedad que hay son: agorafobia, ataques de pánico, fobias, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo…
¿Qué es la ansiedad?
Es una respuesta a situaciones simbólicas, psicológicas o sociales, no tiene por qué estar presente físicamente el estímulo de peligro. La ansiedad es una respuesta ante la incertidumbre, que surge cuando se ve amenazada la propia sensación de integridad, de coherencia, de continuidad o la sensación de ser agente activo.
La ansiedad resulta debilitadora y disfuncional cuando es intensa y crónica, cuando la persona está continuamente anticipando peligros o esperando a que se repitan amenazas del pasado.
Cuando el miedo se evoca, la acción se detiene, se controla el entorno y se hacen planes para escapar o evitar las situaciones peligrosas y/o desagradables. Esta acción está formada por una respuesta integrada de la mente y el cuerpo.
Algunos de los síntomas de la ansiedad son:
- Síntomas gastrointestinales.
- Deseos frecuentes de orinar.
- Aumento o disminución del apetito.
- Taquicardia.
- Sudoración.
- Temblores.
- Contracturas.
- Tics.
- Dolores de cabeza.
- Sensación de ahogo y opresión en el pecho.
- Inquietud.
- Tartamudeo y dificultades para hablar.