La asertividad es un componente primordial de las habilidades sociales. Podemos definirla como una actitud de autoafirmación y defensa de nuestros derechos personales, que incluye la expresión de nuestros sentimientos, preferencias, necesidades y opiniones, en forma adecuada; respetando al mismo tiempo, los de los demás.
El objetivo de la asertividad no es lograr lo que uno quiere a cualquier precio, ni menos aún, controlar o manipular a los demás. Lo que pretende es ayudarnos a nosotros mismos, a desarrollar nuestra autoestima y a mejorar la comunicación interpersonal, haciéndola más directa y honesta.
Galassi considera que la asertividad incluye tres áreas principalmente:
- La autoafirmación, defender nuestros legítimos derechos, hacer peticiones y expresar opiniones personales.
- La expresión de los sentimientos positivos, como hacer o recibir elogios y expresar agrado o afecto.
- La expresión de sentimientos negativos, que incluye manifestar disconformidad o desagrado, en forma adecuada, cuando está justificado hacerlo.
Características de las personas asertivas:
- Se conoce a sí misma.
- Se acepta incondicionalmente.
- Sabe comprender y manejar adecuadamente sus sentimientos y los de los demás.
- No exige las cosas que quiere.
- Acepta sus limitaciones.
- Se mantiene fiel a sí misma.
- Se respeta y valora a sí misma y a los demás.
- Puede comunicarse con personas de todos los niveles.
- Suele expresar adecuadamente sus opiniones, deseos y sentimientos en vez de esperar a que los demás los adivinen.
Conductas no-asertivias:
Sumisión (inhibición): es un comportamiento caracterizado por la pasividad, el retraimiento y la tendencia a adaptarse excesivamente a las reglas externas o a los deseos de los demás, sin tener suficientemente en cuenta los propios intereses, sentimientos, derechos, opiniones y deseos.
Características de las personas sumisas:
- No expresa adecuadamente lo que sienten y quieren; esperan que los demás lo adivinen, y se sienten mal cuando necesitan algo y los otros no le responden.
- Se dejan dominar por los demás porque creen que tienen razón o por temor a que se ofendan.
- Permiten que los otros las involucren en situaciones que no son de su agrado.
- Suelen callar o hablar en voz baja e insegura.
- No se atreven a rechazar peticiones o se sienten culpables de hacerlo.
- Piensan que necesitan ser apreciados por todos.
- No se atreven a defender sus derechos.
- Se sienten obligados a dar demasiadas explicaciones de lo que hacen o no hacen.
- Temen expresar sus sentimientos y deseos.
- No afrontan los conflictos.
- No se sienten dueños de sus sentimientos.
- Les molesta ser dependientes de otras personas pero no se atreven a romper esa dependencia.
- Adaptan excesivamente su comportamiento a las reglas y caprichos de otras personas y a lo que creen que los demás esperan de ellos.
Consecuencias:
- No reconocen sus cualidades o potencialidades. Se creen inferiores.
- Suelen tener relaciones personales insatisfactorias.
- Son víctimas de su falta de asertividad pero no se dan cuenta de ello.
- No son capaces de expresar sus pensamientos, opiniones y deseos o los expresan de manera derrotista, con disculpas o inseguridad.
- Se inclinan humildemente ante los deseos de los demás y encierran los suyos en su interior.
- Tienen problemas para relacionarse.
- Se sienten fácilmente ofendidas por lo que los demás dicen o hacen.
- Experimentan emociones desagradables como: frustración, bloqueo, inhibición, inseguridad, insatisfacción, ansiedad, ira…
Agresividad: consiste en no respetar los derechos, sentimientos e intereses de los demás y, en su forma, más extrema, incluye conductas como ofenderlos, provocarlos o atacarlos.
Características de las personas agresivas:
- Pueden mostrarse seguras de sí mismas, sinceras y directas, pero de forma inadecuada.
- Expresan sus emociones y opiniones de forma hostil, exigente o amenazadora.
- Toman cualquier conflicto o desacuerdo como un combate donde no hay más opción que ganar o perder, y creen que ceder es igual a perder.
- Confían demasiado en la eficacia de la imposición o de la violencia como métodos para resolver conflictos.
- No respetan los derechos y sentimientos de los demás.
- No se sienten responsables de las consecuencias negativas que a medio y largo plazo, tiene su comportamiento para los demás y para ellas mismas.
- Pueden sentirse bien en el momento en que se muestran hostiles, pero a medio y largo plazo obtienen consecuencias muy negativas.
- Suelen justificar su agresividad en nombre de la sinceridad y la congruencia.
Consecuencias negativas:
- Alteraciones emocionales.
- Deterioro o pérdida de relaciones interpersonales.
- Problemas laborales.
- Problemas de salud física.
- Violencia.
Cualquier persona puede aprender a ser asertivo y cambiar su estilo de conducta, en nuestro centro de psicología PSH enseñamos estas habilidades asertivas con las cuales podremos dirigirnos mejor a nosotros mismos y ser felices.
“Uno es lo que elige ser”
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