Uno de los problemas con los que me suelo encontrar con más frecuencia en las sesiones con niños que presentan Dificultades de Aprendizaje, es la falta de confianza en sí mismos.
Esa falta de confianza les frena, no solo a la hora de llevar a cabo las tareas escolares, sino en todos los aspectos de su vida.
No se sienten capaces de hacer nada solos. Siempre están buscando el respaldo de sus padres o hermanos mayores, si los tienen.
De ahí la importancia que doy a trabajar aspectos, no solo educativos, sino también, aspectos emocionales, y más concretamente, lo que yo llamo la “Vitamina Cariño”.
Todos los niños tienen aspectos donde destacan, y otros, dónde necesitan un apoyo, como nos pasa también a los adultos. Para llevar a cabo una intervención psicopedagógica adecuada a las necesidades del niño, además de hacer una evaluación exhaustiva, es necesario que conectemos con los niños, y esto, solo se consigue, si les trasmitimos confianza y seguridad.
“Yo confió en que tú puedes hacerlo”. Esto es lo primero que les digo siempre a los niños cuando empezamos a trabajar. Es algo muy sencillo de decir, pero, muchas veces, no lo hacemos. Sin embargo, afirmaciones tipo: “Esto está mal”, “Vaya letra has hecho”, “No prestas atención” etc. Suelen decirse con más frecuencia. Evidentemente, ningún padre quiere hacer daño a su hijo, pero estamos acostumbrados a ayudar a nuestros hijos, resaltando lo que hacen mal. Te digo lo que haces mal para que aprendas a hacerlo bien. Es lógico. Si no somos conscientes de nuestros errores no podremos corregirlos. Hasta ahí todo es lógico y normal. El problema radica en que si SOLO destacamos los errores, y más en niños con dificultades de aprendizaje, se pueden llegar a presentar problemas de confianza y seguridad en sí mismos, y llega un momento en el que los niños acaban asumiendo que no son capaces de hacer según qué cosas de forma independiente.
Para no caer en esto debemos cambiar el chip. Siéntate y escribe en un papel todas las cualidades que tiene tu hijo, las cosas que se le dan bien hacer. Tal vez las matemáticas no son su fuerte pero es un niño muy creativo, que inventa juegos, fabrica objetos fantásticos y siempre tiene algo en mente para entretenerse.
Ten esta lista muy presente en tu cabeza todos los días. Sobre todo cuando tu hijo cometa errores. Para poder ayudarlo, podemos utilizar sus puntos fuertes para enseñarle lo mismo pero de otra manera. Esta es la cuestión.
Por ejemplo, nos empeñamos en hacer fichas y fichas y más fichas para ayudarle a resolver problemas matemáticos ¿Has probado a representar el problema de una forma manipulativa? o, incluso, ¿a escenificarlo?
Pídele que te ayude a montar un supermercado y juega con él. Ya verás cómo consigue hallar la solución al problema que le hemos planteado.
Existen muchas formas de trabajar los contenidos curriculares de manera manipulativa, lo que facilita mucho su comprensión. Sobre todo en niños con dificultades de aprendizaje.
Pero volviendo al tema del que hablábamos, lo más importante, es crear en los niños ese sentimiento de confianza. Que ellos sientan que pueden hacerlo y que aunque a veces necesiten nuestra ayuda, esto no les convierte en menos válidos. Es importante que les transmitamos, que todos en momentos determinados de nuestras vidas, necesitamos ayuda, y que lo inteligente, es saber pedirla cuando la necesitemos.
¡Vamos a resaltar los logros! Nos encontramos con exámenes con errores que destacan en rojo. ¿Por qué no resaltar lo que el niño ha hecho bien? ¿Conocéis la técnica del bolígrafo verde?
Consiste en señalar en verde las cosas que el niño hace bien. De verdad, son increíbles los buenos resultados que da esta técnica. Algo tan sencillo, resulta muy motivador para ellos. Ya no quieren ver el rojo por ningún lado. Solo quieren tener ticks o caritas felices en verde y se esfuerzan en hacer las cosas lo mejor que saben.
Con pequeños detalles podemos fomentar en nuestros hijos ese sentimiento de confianza en sí mismos, lo más importante es que estemos mentalizados del valor que tiene resaltar los logros de nuestro hijo.
La “vitamina cariño” no es más que hacerle sentir a un niño que confías en él. Dedicarle tu tiempo para escucharle y poder conocerle, dotarle de herramientas que le ayuden en su proceso de aprendizaje siempre con cariño, entendiendo sus dificultades y sabiendo utilizar sus virtudes y cualidades para ayudarle a entender los contenidos, de la forma que más se adapte a él.
“Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja de buscar aprobación en cada paso que da”
Montessori
Pilar Duque Romero
Psicopedagoga. Centro Psico- Educativo PSH
Me ha gustado.Vale la pena leerlo y tenerlo a mano. A veces se nos olvida lo importante que es el cariño y el aprecio para el desarrollo emocional del niño.
Gracias Adriana por tu comentario, nos anima a seguir .